Esta es una «pieza de opinión», escrita sobre todo para la gente de mi asociación como desahogo, sobre una de las historias más controvertidas que hay ahora mismo desarrollándose en Sevilla: la construcción de la Torre Pelli en Puerto Triana. Aparentemente, hay una gran cantidad de señores a los que no les gusta la torre (bien) y que no tienen empacho en decir que todo el mundo piensa lo mismo que ellos (mal). A mí sí que me gusta la torre, pero en realidad la cuestión torre sí-torre no es incluso secundaria; el problema de fondo es que, en esta bendita ciudad, hay una serie de «voceros oficiales» que tienden a sentar cátedra cada vez que hablan, fingiendo representar a una supuesta «mayoría social aplastante» que muchas veces ni es aplastante, ni es mayoría, ni es social, ni es nada. No sé si pega mucho aquí, pero como al fin y al cabo el blog está para contar lo que se me ocurre, y como tiene un cierto tonillo irónico que algún lector al que esto ni le vaya ni le venga puede encontrar divertido, aquí vamos.
Últimamente tengo un problema: cada día que pasa me parece todavía más que soy algún tipo de bicho raro, un extraño peligroso del que desconfiar y al que mirar de reojo por la calle. Me desayuno, matemáticamente, con alguna noticia en la que me cae un palito: por desmovilizado, por inculto, por imprudente, por soberbio, por cateto y por demás cosas que es mejor no nombrar. Y oye, mira que uno es sufrido, pero al final se acaba cansando.
Confieso, señor juez, mi horrible crimen: me gusta la torre de Pelli en Puerta Triana, igual que me gustan la biblioteca del Prado, los parasoles de la Encarnación o la idea de una Tablada verde. E igual que me gustan, confieso también, el parque de María Luisa, irme de tapas por el Arenal o pasearme por el Alcázar. Pensaba yo que ambas cosas eran compatibles, pero parece que los que reparten el carnet de sevillano no están por la labor y que la única Sevilla «de verdad» es la del albero, las cofradías y los toros en la Maestranza. Tener un pie en cada sitio es imposible, y estar al otro lado es ya directamente sacrílego. Leer más »