Por palabras
Por palabras
(Poema sobre ruedas)
Tú: si eras tú la chica
que subió al autobús hace unos jueves,
una tarde, en el campus de Cartuja;
si bajaste tal vez en Nervión Plaza
—yo lo hice dos o tres paradas antes—
y si eras la que estaba
hablando de esa fiesta a la que ibas
y de cómo volvías
el Viernes a tu casa para el fin de semana:
yo era ese que no hacía
nada más que mirarte
con mi cara de tonto y con las ganas
de arrancarte siquiera
una sonrisa.Después de dos semanas
de dibujar tu sombra en cada esquina
pensé ya estar curado de tu imagen;
pero hoy he estado tres cuartos de hora
capeando el diluvio en Plaza Nueva
y en vez de andar rogando que escampara
tan solo quería verte subir las escaleras,
hermosa y sin paraguas
con el pelo mojado, y que vinieras
a compartir escalinata y frío.
El repicar del agua en cada charco
me repetía tu nombre:
ese que no conozco y sin embargo
me será familiar en cuanto oiga.
Sin ti la lluvia no tiene sentido
y por eso te mando este mensaje.Llevabas tu camisa
a cuadraditos (negro, azul marino),
una pulsera hecha de colores redondos
como quien ha ensartado Lacasitos,
hablabas con tu amiga
con ganas de adoptarla como propia
y cuando te alejabas en tu asiento
—más o menos al centro del C1—
sentí que te llevabas un hilo de mi ropa.
Si esto llega a tus ojos, no dudes en llamarme.
Tal vez
tengamos algo
de que hablar.
Colgado: marzo 30th, 2010 en Cincel del verbo.
Tags: autobús, chica, lluvia, poema, por palabras